¿POR QUÉ GRECIA (Y ROMA)?

04 agosto 2010

El mundo clásico [1] empezó a interesarme cuando mi viejo trajo a casa los comics (antes se llamaban “chistes”) de la editorial mejicana Novaro: Joyas de la Mitología, con las cuales conocí los trabajos de Hércules, la tragedia de Edipo, etc; pero también Batman, Superman, Linterna Verde, La Legión de Super Héroes, la vida de santos, cuentos y novelas universales y tramas de terror como El Doctor Mortis. Llegué a tener varios cientos de revistas que leí durante un decenio.


Mientras seguía las aventuras de Hércules y otros dioses y semidioses, iba descubriendo en los dibujos detalles conocidos: imágenes de edificios que existían en mi entorno, costumbres que podía reconocer, frases de uso cotidiano. Un día, viajando en el carro con mi viejo, "descubrí" que el Hospital Arzobispo Loayza (uno de los más antiguos y populares de Lima) tenía en su fachada columnas corintias; las mismas que vi en el palacio de justicia y en el palacio del Santo Oficio de la Inquisición. Entonces me di cuenta de algo tan escondido como lógico: la presencia contundente de esa arquitectura a lo largo del tiempo, significaba que lo griego y lo romano estaban más presentes de lo que suponía, quizá hasta en el "inconciente colectivo". Si es verdad- como nos enseñan -que no es lo mismo VER que MIRAR, entonces en ese momento MIRÉ lo muy viva que estaban las influencias grecoromanas: en la piedra, en el papel, en las palabras, en los colores, en las costumbres, en las ciencias, en la religión.






Seamos honestos: en general, nuestro saber sobre las culturas clásicas es muy limitado. y no le debe mucho a la educación regular. En primero de secundaria, se enseñaba lo mínimo: la democracia, algo sobre la la arquitectura (= los "órdenes"), la mitología y poco más; en cuarto de secundaria, un breve paso por La Ilíada y la Odisea; en quinto, una apretadísima panorámica del pensamiento griego sobre el hombre dentro del curso Introducción a la Filosofía y Lógica. Eso era todo.En la univerisidad la cosa no es muy diferente.



Entonces el mundo clásico nos es conocido más por el medio audiovisual que por la enseñanza básica o universitaria. Particularmente el cine ha difundido una imagen sublime de Grecia (Atenas, algo de Esparta y recientemente Macedonia, a propósito de Alejandro Magno) que poco se acerca a la realidad. En cuanto a Roma, de ella tenemos la imagen mil veces presentada por las películas: marmórea, militar, embrutecida en el circo y un poco dividida maniqueamente en buenos (los cristianos) y malos (la plebe, el emperador). Desde luego, Roma también evoca al cristianismo, con los mártires, las catacumbas, el Papa y la Plaza de San Pedro, pero no mucho más.


Pero Grecia y Roma fueron muy superiores a esos lugares comunes. A esas culturas debemos logros y herencia en:

* - arquitectura (el arco, la cúpula, estilos)
* - lengua
* - literatura
* - geometría, aritmética
* - artes plásticas (pintura, escultura, mosaico)
* - artes interpretativas
* - historia
* - la filosofía
* - medicina
* - la política (la democracia, la idea de ciudad-estado)
* - la religión

Acercarnos con mayor densidad a estas civilizaciones fundamentales es re-conocernos y entendernos.
Fue precisamente un griego, Heródoto (Ἡρόδοτος), el primer historiador de occidente. Y fue un romano, Cicerón (Marcus Tullius Cicero), quien sentenció: "La Historia es maestra de la vida". Ellos nos indican el camino: conocer el pasado es necesario para mejorar el presente.


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[1] Las "culturas clásicas" son Grecia y Roma. Se les llama así por constituir las bases de la civilización occidental y continuar como permanentes referentes en muchos campos de la vida. Las culturas clásicas fueron redescubiertas por la Europa del siglo XV d.C. dando lugar a una efervescencia cultural conocida como Renacimiento que, entre otros logros, desplazó el interés cultural de lo religioso hacia el hombre mismo (giro antropológico).

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